Bechamel en Thermomix paso a paso. Suave, cremosa y sin grumos, ideal para lasañas, croquetas o canelones. Incluye trucos, conservación, historia y curiosidades.
Hay recetas que te acompañan toda la vida, son esas preparaciones básicas que parecen sencillas, pero cuando las haces bien, elevan cualquier plato a otro nivel. La bechamel es una de ellas. Esa salsa blanca y aterciopelada que da vida a lasañas, croquetas o gratinados tiene algo especial, es suave, delicada y con un sabor que envuelve.
Durante años la hacía a mano, removiendo sin parar con una cuchara de madera, con la vista fija en la sartén para que no se formaran grumos, pero desde que tengo la Thermomix, confieso que no he vuelto a batir una bechamel con prisa. Sale perfecta, siempre igual, y me permite disfrutar del proceso sin tensión.
La magia de la bechamel: una historia con sabor a tradición.
La bechamel tiene una historia curiosa y elegante, aunque la mayoría la asocia a Francia, su origen tiene un pie en Italia y hasta en España.
Se cree que surgió en el siglo XVII, en la corte de Luis XIV, atribuida a Louis de Béchamel, un noble que perfeccionó una salsa blanca italiana llamada salsa colla. Con el tiempo, la bechamel se convirtió en una de las salsas madre de la cocina francesa y se expandió por toda Europa. Su textura sedosa y su sabor neutro, la hicieron imprescindible en los grandes platos de la gastronomía.
En España la adoptamos con entusiasmo, se convirtió en la base de las croquetas, los canelones o la coliflor gratinada. Y aunque suene sofisticada, sigue siendo lo que siempre fue: una receta sencilla de harina, mantequilla y leche.
La Thermomix ha simplificado su elaboración sin quitarle su encanto, con unos pocos pasos puedes conseguir una bechamel perfecta, sin esfuerzo, y con el mismo sabor tradicional.
Trucos para una bechamel en thermomix perfecta.
- Usa leche entera, la textura y el sabor cambian por completo.
- No te saltes el paso de tostar la harina, es lo que marca la diferencia.
- Añade la leche sin miedo, toda de golpe. La Thermomix se encargará de integrarla.
- No te olvides de la nuez moscada, es el alma de la bechamel.
- Ajusta la textura al final según el plato: más espesa para croquetas, más fluida para lasañas.
- Si quieres darle un toque más rico, sustituye parte de la leche por un poco de nata o caldo.
Cómo ajustar la textura según el uso.
Cada plato necesita su tipo de bechamel. No hay una única forma correcta de hacerla, sino distintas versiones que se adaptan a lo que vayas a cocinar.
Para croquetas.
Debe ser densa y consistente, para que se enfríe bien y puedas formar las croquetas sin que se deshagan.
Usa 500 ml de leche, 70 g de harina y 60 g de mantequilla, déjala enfriar por completo antes de moldear las croquetas.
Para lasañas o canelones.
Aquí la textura debe ser más cremosa, para que cubra bien las capas y se funda con el relleno. Usa 600 ml de leche, 50 g de harina y 50 g de mantequilla.
Si te apetece, añade un poco de queso rallado, para darle más cuerpo y sabor.
Para gratinados.
Debe tener una textura intermedia, ni demasiado espesa ni muy líquida.
Usa 500 ml de leche, 50 g de harina y 50 g de mantequilla, añade un toque extra de nuez moscada y termina con queso rallado antes de meterlo al horno.
Cómo conservar la bechamel en thermomix casera.
La bechamel se conserva muy bien si la guardas correctamente. Déjala enfriar por completo antes de taparla, y coloca papel film en contacto con la superficie para que no se forme costra.
Guárdala en la nevera hasta tres días, o en el congelador hasta dos meses.
Para recalentarla, ponla a fuego muy suave o en la Thermomix a 80 grados, velocidad 3. Si se separa un poco, bastará con batir unos segundos más a velocidad 4, para que recupere su textura original.
Congela porciones pequeñas para usar solo la cantidad que necesites. Cuando la vayas a usar, descongélala en la nevera la noche anterior y caliéntala suavemente.
Curiosidades sobre la bechamel.
La bechamel es una de las llamadas salsas madre de la cocina francesa, junto con la velouté, la holandesa, la española y la salsa de tomate. A partir de ella nacen muchas otras, como la Mornay, que lleva queso, o la Soubise, con cebolla.
En España se ha convertido en un símbolo de la cocina casera, nadie imagina unas croquetas sin su bechamel espesa y cremosa, o unos canelones sin esa capa blanca y dorada al gratinar. También es una de las salsas más versátiles, puedes transformarla fácilmente con un poco de imaginación: añadirle queso, cebolla, vino o, incluso, setas para crear versiones únicas.
Y aunque muchos la asocian a la alta cocina, lo cierto es que la bechamel tiene alma de hogar. Es la salsa de las abuelas, de los domingos y de las recetas que reconfortan.
Errores comunes al hacer bechamel en thermomix.
Incluso con la ayuda de la Thermomix, hay algunos errores que conviene evitar:
- No tostar la harina, si te saltas ese paso, la salsa sabrá a crudo.
- Subir demasiado la temperatura. Con más de 100 grados se espesa demasiado rápido, y puede pegarse.
- Alterar las proporciones. Si usasdemasiada harina, quedará pastosa, si hay demasiada leche, quedará líquida.
- Olvidar la sal y la nuez moscada. Son pequeñas cantidades, pero esenciales para conseguir el sabor final.
Historia y evolución de la bechamel.
Aunque su fama mundial llegó de la mano de la cocina francesa, la bechamel tiene raíces más antiguas. En el Renacimiento italiano ya existían salsas blancas hechas con harina y leche, que se usaban para suavizar platos de carne y pescado.
Cuando la receta viajó a Francia, se refinó y se bautizó con el nombre de Louis de Béchamel, un aristócrata que la popularizó en la corte del rey Sol. Desde entonces, se convirtió en sinónimo de elegancia y buen gusto.
Con los años, fue adoptada por la cocina española, que la simplificó y la convirtió en un clásico del día a día. Hoy en día, sigue siendo una de las salsas más queridas y universales, con miles de variantes en todo el mundo.
Variantes y sabores.
La bechamel es como un lienzo en blanco, puedes adaptarla al plato que acompañe, o al estado de ánimo del día.
- Con cebolla o chalota: sofríela antes de añadir la harina, para darle un toque dulce.
- Con queso: añade parmesano, gruyère o manchego, para una versión más intensa.
- Con hierbas: incorpora tomillo, romero o albahaca para darle aroma.
- Con vino blanco: sustituye parte de la leche por vino, si la usas para pescado.
- Sin gluten: cambia la harina por maicena o harina de arroz.
- Sin lactosa: utiliza leche vegetal o sin lactosa y margarina en lugar de mantequilla.
Cada variante tiene su encanto, lo importante es mantener la base cremosa y ese sabor sutil que la hace tan especial.
Bechamel en Thermomix Perfecta: cremosa, suave y sin grumos.
Ingredientes
Instrucciones
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Derretir la mantequilla
Coloca la mantequilla en el vaso de la Thermomix y programa dos minutos a 100 grados, velocidad 2.
De esta forma, se derrite lentamente sin quemarse ni oscurecerse. -
Añade la harina
Agrega la harina y programa dos minutos más a 100 grados, velocidad 2.
Este paso es fundamental porque elimina el sabor crudo de la harina y forma el llamado roux, la base clásica de la bechamel. -
Incorpora la leche y los condimentos
Añade la leche, la sal, la nuez moscada y, si quieres, un toque de pimienta blanca. Programa ocho minutos a 100 grados, velocidad 4.
La Thermomix se encargará de mezclar y calentar la salsa de forma constante. Cuando termine, tendrás una bechamel lisa, cremosa y sin grumos.
Si la notas demasiado espesa o líquida, puedes ajustarla al final. Para espesarla, añade una cucharadita de harina disuelta en un poco de leche fría y cocina dos minutos más.
Si la quieres más ligera, agrega un chorrito de leche y mezcla treinta segundos a velocidad 3.
Nota
Preguntas frecuentes.
¿Puedo usar leche fría o caliente?
Con la Thermomix puedes usar leche fría sin problema, el calor y el movimiento constantes hacen que se integre perfectamente.
¿Cómo sé si está lista?
La bechamel está en su punto cuando cubre la espátula sin escurrir del todo, pero se desliza lentamente.
¿Se puede congelar?
Sí, pero acuérdate de removerla bien al recalentarla para recuperar su textura original.
¿Qué hago si me quedan grumos?
Es muy raro con la Thermomix, pero si ocurre, mezcla unos segundos a velocidad 5 y desaparecerán.
¿Cómo darle más sabor?
Infusiona la leche antes con una hoja de laurel, una cebolla o un clavo, luego cuélala y úsala para hacer la bechamel. Tendrá un sabor más profundo y elegante.
Mi forma de hacerla y disfrutarla.
Me gusta hacer bechamel los domingos, cuando tengo tiempo para cocinar sin mirar el reloj. Mientras la Thermomix trabaja, preparo el resto del plato: el relleno para unas croquetas de jamón, una lasaña o preparo una coliflor gratinada.
Ese momento en que abro la tapa y veo la salsa blanca, brillante y perfectamente lisa, me sigue pareciendo un pequeño milagro. Hay algo muy reconfortante en las recetas que requieren mimo, aunque la máquina te ayude, sientes que estás cuidando de los tuyos con algo tan sencillo como harina, leche y mantequilla.
Y lo mejor es que, una vez que la dominas, se convierte en una herramienta para crear. Con ella puedes inventar platos, improvisar cenas, o rescatar sobras. Es pura cocina casera.
Hacer bechamel en Thermomix es una de esas pequeñas alegrías que simplifican la vida. Sale bien siempre, tiene la textura perfecta y conserva ese sabor clásico que recuerda a las recetas de antes.
Es un ejemplo perfecto de cómo la cocina tradicional y la moderna pueden ir de la mano.
Con ingredientes básicos y una pizca de cariño, consigues una salsa suave, elegante y versátil que sirve para todo. Y lo mejor de todo: cada vez que la preparas, la cocina huele a hogar.
Dime ¿Tú cómo haces tu bechamel? ¿Te gusta más espesa o ligera? Cuéntame en los comentarios tus trucos o con qué platos la usas, me encantará leerte.


