Las frutas caramelizadas Tanghulu son una auténtica explosión visual y de sabor que está conquistando paladares por todo el mundo. Originarias de China, estas delicias crujientes por fuera y jugosas por dentro se han convertido en un fenómeno viral gracias a su aspecto brillante, colores vibrantes y, por supuesto, ese inconfundible «crack» al morderlas que engancha al primer bocado.
Un dulce con siglos de historia
Aunque hoy triunfan en redes sociales y ferias callejeras, las Tanghulu tienen una historia que se remonta a más de mil años. Surgieron durante la dinastía Song en el norte de China y, según la leyenda, fueron creadas como un remedio medicinal para una concubina enferma del emperador. Se bañaron frutos en jarabe de azúcar para mejorar su salud, ¡y el resultado fue tan delicioso que se convirtió en una tradición popular!
Tradicionalmente, las Tanghulu se hacían con espino chino, una fruta pequeña y ácida parecida a la manzana silvestre. Pero con el paso del tiempo, y gracias a la creatividad de los cocineros y vendedores callejeros, hoy puedes encontrarlas con uvas, fresas, plátanos, kiwis, mandarinas, cerezas e incluso piña o sandía. La clave está en ese caramelo transparente que las recubre como si fueran joyas comestibles.
El espectáculo del sabor y la textura
Lo que hace irresistibles a las Tanghulu es su doble impacto sensorial. Al primer mordisco, sientes una capa fina, dura y crujiente de caramelo que se rompe como vidrio dulce bajo tus dientes. Inmediatamente después, llega el contraste perfecto: la fruta fresca, suave, jugosa, que estalla con su sabor natural. Esa combinación es adictiva.
Además, su apariencia lo dice todo: brillantes como cristal, coloridas como un arcoíris, y servidas en palitos como si fueran piruletas gourmet. No es raro verlas en ferias, mercados nocturnos y festivales, atrayendo miradas y cámaras por igual. Son dulces que seducen tanto al gusto como a la vista.
¿Dónde y cuándo se consumen?
Aunque nacieron en China, las Tanghulu están ganando popularidad en países de todo el mundo, desde Corea del Sur hasta Estados Unidos, y por supuesto, en países hispanohablantes. Se consumen todo el año, pero son especialmente populares en invierno, cuando el aire frío ayuda a que el caramelo se solidifique más rápido y quede más crujiente.
En festivales, ferias tradicionales o simplemente como snack callejero, las Tanghulu se han convertido en una experiencia culinaria que une lo ancestral con lo moderno. Y ahora, con miles de vídeos virales mostrando cómo hacerlas en casa, cada vez más personas se animan a preparar su propia versión con las frutas que más les gustan.
El dulce que está de moda y llegó para quedarse
Si buscas un dulce fuera de lo común, que combine tradición, estética y sabor de forma espectacular, las Tanghulu son tu próximo antojo. No necesitas grandes técnicas ni ingredientes imposibles: solo fruta fresca, azúcar y un poco de magia.
¿Te atreves a prepararlas en casa? Solo necesitas una olla, palitos, tu fruta favorita y muchas ganas de sorprender. Porque sí: lo sencillo, cuando está bien hecho, puede ser absolutamente increíble.

🍓 Tanghulu: Frutas Caramelizadas
Descripción
¿Te imaginas una fruta jugosa y fresca envuelta en una capa crujiente y brillante de caramelo? Pues eso, ni más ni menos, es el Tanghulu, un dulce callejero tradicional de China que ha conquistado el corazón (¡y el Instagram!) de miles de personas por su sabor y su estética.
El Tanghulu es una auténtica experiencia: al primer mordisco se rompe el caramelo como si fuera vidrio fino, y luego te encuentras con la dulzura natural de la fruta. Contraste de texturas, colorido, sabor… ¡Lo tiene todo!
Y lo mejor de todo: puedes hacerlo en casa con pocos ingredientes y el resultado es tan vistoso como delicioso.
Ingredientes
Frutas variadas al gusto
Modo de preparación
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Prepara las frutas
Lava y seca muy bien las frutas. Es muy importante que estén completamente secas, ya que el agua hace que el caramelo no se adhiera bien o salpique.
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Ensártalas
Coloca 2 o 3 piezas de fruta en cada palito de brocheta, según el tamaño. Reserva.
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Haz el caramelo
En un cazo, pon el azúcar y el agua a fuego medio-alto. No remuevas con cuchara: simplemente deja que se disuelva y se forme el caramelo. Tarda unos 8-10 minutos. Debe alcanzar unos 150 °C (si tienes termómetro de cocina, perfecto), o hasta que veas que está líquido y ligeramente dorado.
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Baña las brochetas
Con cuidado, sumerge cada brocheta en el caramelo y gírala para cubrir toda la fruta. Sacude el exceso con un giro suave.
Apoya las brochetas sobre papel de horno o una bandeja ligeramente engrasada hasta que el caramelo se endurezca (solo tarda unos minutos).
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Deja enfriar
Nota
Tradicionalmente se hace con espino chino (una fruta similar a la acerola), pero en casa puedes usar muchas otras frutas:
- Fresas
- Uvas
- Arándanos
- Trozos de manzana, kiwi, mango o piña
- Cerezas
- Mandarinas en gajos
Lo ideal es que sean frutas firmes, frescas y bien secas para que el caramelo se adhiera bien.