Receta casera irresistible.
Aprende a hacer pan de leche casero, esponjoso y delicioso. Receta fácil paso a paso, tiempos de preparación y consejos para lograr el pan más tierno.
El pan de leche es una delicia suave y ligeramente dulce que conquista a grandes y pequeños. Su textura tierna lo hace perfecto para desayunos, meriendas o acompañamientos ligeros. A diferencia de otros panes, su miga es muy esponjosa gracias a la leche y la mantequilla, lo que le da un sabor delicado y reconfortante. Además, se conserva muy bien y puede rellenarse o disfrutarse tal cual. Es ideal para preparar bollitos para niños o para quienes buscan un pan casero sin complicaciones. Hacer pan de leche en casa es también una manera de reconectar con lo simple y lo auténtico.


🥖 El Pan de Leche más Tierno del Mundo.
Descripción
Hay recetas que, aunque sencillas, se quedan grabadas en la memoria. Para mí, el pan de leche es una de esas. Me transporta a la merienda de cuando era pequeña, al olor cálido que salía del horno y llenaba toda la cocina. Es esponjoso, suave, ligeramente dulce y, sobre todo, está hecho con amor. En este post, te cuento cómo hacer el mejor pan de leche casero, con todos mis trucos, consejos y una receta infalible para que te quede perfecto desde la primera vez.
¿Por qué me encanta el pan de leche?
Porque es un pan que abraza. Su textura es tan suave que parece un pequeño almohadón comestible. Se conserva bien, es ideal para el desayuno, la merienda o incluso para preparar bocadillos dulces o salados. Y lo mejor: hacerlo en casa es una experiencia reconfortante.
Si te estás iniciando en el mundo del pan, esta es una de las recetas más agradecidas. Y si ya tienes práctica, te sorprenderá lo adictivo que es. Créeme, vas a querer repetirlo cada semana.
Ingredientes
Instrucciones
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Forma la masa
En un bol grande o en la amasadora, añade la harina, la levadura, el azúcar y la sal. Haz un hueco en el centro y añade la mantequilla derretida, los huevos, la miel y el extracto de vainilla. Amasa durante unos 10 minutos hasta que tengas una masa elástica, suave y ligeramente pegajosa.
💪 Power tip: Si amasa a mano, no añadas más harina de la cuenta. La clave está en la paciencia y el movimiento. Es normal que la masa esté un poco pegajosa al principio.
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Primera fermentación
Forma una bola con la masa, colócala en un bol ligeramente engrasado y cúbrela con un paño limpio o film transparente. Déjala levar en un lugar cálido durante aproximadamente 1 hora o hasta que duplique su tamaño.
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Segundo levado
Una vez que la masa haya levado, desgasifícala con suavidad. Colócala en una bandeja engrasada, vuelve a taparlo con papel film y deja reposar otra media hora.
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Pinta y hornea
Pinta el pan con la mezcla de yema y leche para darles ese acabado dorado irresistible. Lleva al horno precalentado a 180 ºC (calor arriba y abajo) durante 30 minutos, o hasta que esté doradito.
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Deja enfriar (si puedes)
Una vez fuera del horno, déjalo enfriar un poco sobre una rejilla. Aunque es difícil resistirse, el sabor mejora si esperas al menos 10 minutitos.
Nota
- Si quieres panecillos más dulces, puedes aumentar el azúcar a 70 g.
- ¿Tienes niños en casa? Prueba a rellenarlos con chocolate antes de hornear.
- Congelan genial. Solo tienes que envolverlos bien cuando estén fríos.
- Para un extra de ternura, puedes añadir 1 cucharadita de miel o leche en polvo a la masa.
Mi experiencia personal con esta receta
Hay algo muy especial en hacer pan de leche. Amasar con las manos, ver cómo la masa crece, cómo huele el horno… es casi terapéutico. Para mí, es mucho más que una receta. Es una forma de regalar cariño en forma de bocado suave.
Una vez los haces tú mismo, ya no quieres volver a los industriales. Son mucho más sanos, sin aditivos ni conservantes, y con ese toque casero que no se puede imitar.
✨ ¿Para qué sirve el pan de leche?
Es tan versátil que lo comerás todo el tiempo. Puedes comerlo con mermelada, con un poco de mantequilla, con queso, jamón, Nutella… ¡o simplemente solo! Es ideal para niños, para acompañar un café o para llevar de merienda. También puedes usarlo como base para mini hamburguesas o incluso para hacer pudines de pan con los que te sobren.