Estofado de ternera: el guiso de siempre que conquista corazones
Pocas cosas reconfortan tanto como un buen estofado de ternera casero. Su aroma inunda la cocina, su sabor llena el alma, y su textura tierna y melosa lo convierte en uno de esos platos que no pasan de moda. Es el clásico de los domingos, el guiso de las abuelas, la receta que huele a hogar y que nunca falla.
El estofado es una técnica de cocción milenaria que se ha transmitido de generación en generación. Se basa en cocinar a fuego lento carnes con verduras, hierbas y caldo, permitiendo que todos los sabores se fusionen poco a poco. En el caso del estofado de ternera, hablamos de uno de los guisos más sabrosos y populares del recetario tradicional, presente en toda Europa, con especial arraigo en España, Francia e Italia.
Cada familia tiene su versión: con patatas, con vino tinto, con zanahorias, con guisantes, con toque de laurel o incluso con un chorrito de brandy. Pero todas tienen algo en común: ese cariño que solo se consigue cuando se cocina sin prisas, con mimo y con ingredientes de verdad.
Un plato con historia y mucho sabor
El estofado de ternera es el típico plato que siempre ha estado en las mesas humildes, aprovechando cortes de carne menos nobles pero llenos de sabor. Cocinarlos despacio, durante horas, los transformaba en auténticos manjares: tiernos, jugosos y profundamente aromáticos.
En muchas regiones de España, como en Castilla, Aragón o Galicia, este guiso es todo un símbolo de la cocina casera. Se prepara sobre todo en los meses fríos, cuando apetece un plato caliente, contundente y lleno de sabor. Y no es raro que se cocine en cantidad, porque al día siguiente está incluso más rico: los sabores se asientan y el caldo espeso gana aún más cuerpo.
La clave está en el tiempo… y en el cariño
Preparar un buen estofado de ternera no requiere técnicas complicadas, pero sí paciencia. Se empieza dorando bien la carne para sellarla y que conserve sus jugos. Luego se añaden las verduras —cebolla, zanahoria, pimiento, ajo— y se desglasa la olla con un buen vino tinto o un caldo casero. A fuego lento, todo se cuece hasta que la ternera queda tan tierna que se deshace con el tenedor.
Es un plato de fuego bajo y cuchara honda. De esos que calientan por dentro.
Además, es un guiso muy agradecido: admite mil variantes y se puede adaptar a lo que tengas en la nevera. Puedes añadir champiñones, alcachofas, incluso un toque de chocolate negro para intensificar el sabor. Y siempre queda bien.
El guiso que nunca falla
El estofado de ternera es tradición, es historia, y es puro sabor. Es ese plato que se sirve en una cazuela humeante en medio de la mesa, y que une a la familia alrededor del mantel. Porque más allá de la receta, está la experiencia: el aroma al abrir la tapa, la primera cucharada, el pan que se moja en la salsa espesa… placer simple, pero inolvidable.
Si buscas un plato reconfortante, con cuerpo, que guste a todos y que mejore con el tiempo, el estofado de ternera casero es una apuesta segura. Cocina con calma, sírvelo caliente y prepárate para disfrutar de un guiso que nunca pasa de moda.

🥘 Estofado de Ternera Casero
Descripción
Si hay un plato de cuchara que nunca falla en los días fríos y lluviosos, es el estofado de ternera casero. Tierna carne cocinada a fuego lento con verduras, patatas y mucho sabor. Esta receta es ideal para comidas en familia, para llevar en táper o para congelar y tener lista cualquier día.
En este post te cuento cómo hacer estofado de ternera paso a paso, con tiempos claros de preparación y cocción, y con consejos para que quede perfecto.
Ingredientes
Instructiones
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Sella la carne
Corta la carne en dados medianos, sálala y pásala ligeramente por harina. En una cazuela grande, calienta un poco de aceite y dora la carne por tandas hasta que esté sellada por fuera. Retira y reserva.
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Prepara el sofrito
En la misma cazuela, añade la cebolla picada, los ajos laminados y el pimiento en tiras. Sofríe unos 10 minutos hasta que estén blanditos. Añade la zanahoria en rodajas.
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Añade el vino y deja evaporar
Incorpora el vino tinto y deja que se evapore el alcohol durante 3-4 minutos a fuego medio
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Cocina el estofado
Devuelve la carne a la cazuela, añade el laurel, cubre con el caldo caliente y cocina a fuego bajo durante una hora y media, removiendo de vez en cuando. Si hace falta, añade un poco más de caldo o agua.
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Incorpora las patatas
A mitad de cocción (pasados unos 45 minutos), añade las patatas peladas y troceadas. Cocina hasta que estén blandas y la carne muy tierna.
Nota
Plato completo y reconfortante.
Perfecto para preparar con antelación.
Fácil de adaptar con lo que tengas en casa.
Apto para congelar.
¡Sabor tradicional que nunca falla!
Consejos y variaciones
Si quieres que el caldo espese más, machaca un trozo de patata en la cazuela antes de servir.
Puedes añadir guisantes o setas en los últimos 15 minutos de cocción.
El estofado gana sabor de un día para otro: ideal para preparar con antelación.
¿Sin vino? Puedes usar un chorrito de vinagre balsámico o zumo de uva negra.