Hoy hablamos del bizcocho y quiero compartir contigo una de esas recetas que considero infalibles y casi mágicas, porque siempre quedan bien, incluso si eres principiante en la repostería te va a salir estupendo. Pero antes, me gustaría contarte brevemente algo sobre la historia del bizcocho.
El bizcocho, cuyo nombre proviene del latín bis coctus (que significa “cocido dos veces”), tiene un origen antiquísimo. Ya en tiempos romanos se elaboraban panes endulzados, que se horneaban dos veces para que durasen más tiempo. Con el paso de los siglos, esta técnica evolucionó hasta convertirse en los pasteles y bizcochos suaves que conocemos hoy en día.
Cuando el azúcar empezó a comercializarse ampliamente en Europa durante la Edad Media, los bizcochos ganaron popularidad como postre festivo. En el siglo XIX, con la llegada de la levadura química, se logró esa textura aireada y esponjosa que tanto amamos.
Y así, este postre fue viajando de país en país, adaptándose a cada cultura. Hoy en día es casi universal. En España, el bizcocho de yogur con vasito medidor se ha convertido en una receta familiar, sencilla y confiable, que pasa de generación en generación.
Te confieso algo: hay pocas cosas que me hagan tan feliz como el aroma de un bizcocho recién horneado saliendo de la cocina. Es una especie de abrazo que llena toda la casa.
Este bizcocho con medidas del vasito de yogur es mi comodín: lo preparo para desayunos, meriendas, cuando vienen amigos o simplemente cuando necesito un poco de alegría casera. Es rápido, económico, y tan versátil que puedes añadirle ralladura de limón, chocolate, frutos secos o lo que más te guste, y siempre queda bien.
Además, ¡es casi imposible equivocarse! Gracias a usar el vasito de yogur como medidor, no necesitas báscula ni preocuparte demasiado por las proporciones.
Aprende cómo hacer bizcocho con medidas del vasito de yogur, una receta casera, fácil y esponjosa con historia, perfecta para desayunos o meriendas. ¡Te encantará!
Deja reposar 10 minutos antes de desmoldar sobre una rejilla para que se enfríe completamente
Espero de corazón que pruebes esta receta y sientas esa misma satisfacción que yo cuando el bizcocho sube perfecto en el horno. Si lo haces, cuéntamelo en los comentarios: ¿qué versión preparaste? ¿Lo acompañaste con un café, un té, o lo devoraste tal cual, templadito o recién salido del horno?
y si lo tuyo son los dulces tiernos y esponjosos no dejes de probar este bizcocho de limón, el de naranja, el de pera, u otros muchos que publicaremos próximamente!! No te olvides de apuntarte a la newsletter si no quieres perderte ninguna receta!
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