Caballa con tomate casera: una receta fácil, saludable y llena de sabor mediterráneo.

Porciones: 2 Tiempo total: 50 mins Dificultad: Intermedio Pescetariano

La caballa es un pescado azul con un sabor inconfundible, y cuando se combina con una buena salsa de tomate casero, el resultado es de los que hacen sonreír. Es una receta fácil, económica y muy saludable, perfecta para el día a día. Además, aguanta genial en la nevera y se puede preparar con antelación, así que es ideal para quienes no queremos complicarnos demasiado, pero disfrutamos comiendo bien.

Te cuento cómo hago yo la caballa con tomate casera paso a paso, con todos mis trucos para que te quede con el pescado jugoso y la salsa para mojar pan. También te hablaré de cómo conservarla, con qué acompañarla, de su historia y responderé a las dudas que más me han hecho sobre esta receta.

Por qué me encanta esta receta.

La caballa con tomate casera tiene ese aire de cocina de siempre. Me recuerda a los días de guisos, de ollas que burbujean despacio y de pan sobre la mesa esperando para mojar.

Es una receta sencilla, pero llena de sabor. Y además es sana, barata y muy versátil. La caballa es un pescado estupendo, lleno de propiedades, y con el tomate se lleva de maravilla. El resultado es un plato equilibrado, completo y con ese sabor que reconforta.

Lo bonito de esta receta es que puedes adaptarla a tu gusto. A veces, la hago más tradicional, otras con un toque de vino blanco o con pimientos. Lo importante es dejarla hacerse sin prisa y disfrutar del aroma que llena la cocina.

Y si tienes peques, o en casa hay alguien al que no le entusiasma el pescado, te diré un secreto: con esta receta se lo comen encantados, y lo mismo pasa con la receta de salmón caramelizado, les encantará!!

Trucos para que salga perfecta.

  1. Usa caballa fresca, se nota en el sabor y la textura.
  2. No tengas prisa con la salsa. Cuanto más despacio se cocine, mejor sabrá.
  3. Si te gusta darle un toque diferente, añade pimentón dulce, o un poco de vinagre al final.
  4. Usa tomates maduros, el sabor lo agradecerá.
  5. No remuevas la caballa mientras se hace, deja que se cocine tranquila.

Variaciones para darle tu toque personal.

Con guisantes.

Un puñado de guisantes verdes en los últimos minutos de cocción hace que el plato sea más completo y alegre.

Con vino blanco y hierbas.

Un chorrito de vino blanco seco y unas ramas de tomillo o romero, hacen que la caballa gane en aroma y personalidad.

Sin piel.

Si prefieres una textura más suave, puedes usar lomos sin piel ni espinas. Sólo reduce un poco el tiempo de cocción para que no se deshaga.

En versión rápida.

Si tienes prisa, usa caballa en conserva y una salsa de tomate casera. Añade el pescado al final y caliéntalo sólo unos minutos, para que no se rompa.

Cómo conservar la caballa con tomate.

Una de las cosas que más me gustan de esta receta es que se conserva muy bien.

En la nevera.

Guárdala en un recipiente de cristal o táper con tapa. En la nevera aguanta tres o cuatro días sin problema., cuando vayas a comerla, caliéntala a fuego suave o en el microondas, sin que hierva.

En el congelador.

Si haces más cantidad, puedes congelarla sin problema. Espera a que esté completamente fría y guarda porciones individuales, cuando la vayas a usar, pásala a la nevera la noche anterior y , después, caliéntala con cuidado para que no se rompa el pescado.

Un poco de historia y curiosidades.

La caballa es uno de esos pescados con historia. Se pesca en el Mediterráneo y el Atlántico desde hace siglos, y siempre ha sido parte de la cocina popular. Antiguamente, se preparaba mucho en guisos, escabeches y conservas caseras. Era un pescado abundante y barato, pero también muy sabroso.

Es curioso cómo un pescado tan humilde puede dar lugar a recetas tan deliciosas. En Andalucía, por ejemplo, se prepara mucho con tomate y pimientos. En el norte, suele hacerse al horno o en escabeche. Cada zona tiene su toque, pero el amor por la caballa es el mismo.

Además, es un pescado muy saludable, está lleno de omega 3, proteínas y vitaminas del grupo B. Cuida el corazón, ayuda a reducir el colesterol y aporta energía sin ser un plato pesado.

Cómo servir la caballa con tomate.

La caballa con tomate combina con casi todo, y eso la hace todavía más práctica. Puedes servirla sola, con pan o con guarniciones sencillas que no le roben protagonismo.

Algunas ideas que quedan genial:

  • Con arroz blanco o integral.
  • Con patatas cocidas o al vapor.
  • Con cous cous o quinoa.
  • Con una ensalada verde con cebolla y tomate.

Y, si te apetece darte un capricho, acompáñala con un buen trozo de pan rústico o una copa de vino blanco fresquito.

Errores que conviene evitar.

  1. Cocinar demasiado la caballa. Se hace rápido y, si te pasas, se seca.
  2. No dejar reposar la salsa. Cuando reposa, los sabores se integran mejor.
  3. Usar tomate poco maduro o ácido. Cambia el sabor completamente.
  4. Poner el fuego muy alto. La salsa necesita tiempo, no prisas.
  5. No probar la comida antes de servir. Un poco más de sal o pimienta puede marcar la diferencia.

Beneficios de comer caballa con tomate.

Además de estar riquísima, esta receta es muy buena para la salud. La caballa es rica en grasas saludables que cuidan el corazón y ayudan a regular el colesterol. También aporta proteínas de calidad, vitaminas y minerales.

El tomate, por su parte, está lleno de antioxidantes y licopeno, que ayudan a proteger las células y fortalecer el sistema inmunitario.
Juntos hacen un plato equilibrado, ligero y lleno de energía, ideal para comer bien sin complicarse.

bandeja de caballa con tomate casera con mucha salsa

Caballa con tomate casera: una receta fácil, saludable y llena de sabor mediterráneo.

Tiempo de preparación 5 mins Tiempo de cocción 45 mins Tiempo total 50 mins Dificultad: Intermedio Porciones: 2

Descripción

Caballa con tomate casera paso a paso. Una receta fácil, económica y con todo el sabor del Mediterráneo. Incluye trucos, conservación y consejos para que te quede perfecta.

Ingredientes

Instrucciones

Vídeo
  1. Preparar el pescado

    Si compras la caballa entera, pídele al pescadero que te la limpie y te la corte en filetes o rodajas, según prefieras.
    Al llegar a casa, lávala bien, sécala con papel de cocina, ponle un poco de sal y déjala reposar mientras preparas la salsa.

    Si quieres que mantenga mejor la forma, puedes sellarla unos segundos en una sartén con un poco de aceite antes de añadirla a la salsa. Queda más firme, pero si prefieres una versión más ligera, puedes omitir este paso y cocinarla directamente en el tomate.

  2. Preparar la salsa

    En una sartén grande o cazuela baja, echa el aceite de oliva y ponlo a fuego medio. Añade la cebolla picada, el ajo y el pimiento, y deja que se poche con calma durante unos cinco minutos. 

    Cuando la cebolla esté tierna y transparente, añade el tomate triturado, la sal, la pimienta, la albahaca y, si lo notas muy ácido, una pizca de azúcar.

    Deja que se cocine todo a fuego medio-bajo durante unos 15 o 20 minutos. Verás cómo la salsa se va espesando poco a poco, y cómo la casa empieza a oler a gloria.

  3. Cocinar la caballa

    Cuando la salsa esté lista, baja el fuego y coloca los filetes de caballa.
    Deja que se cocinen unos 6 minutos. No los muevas demasiado para que no se rompan y pon la tapadera.

    La caballa se hace rápido, así que vigílala. Tiene que quedar jugosa y tierna. Si ves que la salsa se seca un poco, puedes añadir un chorrito de agua o caldo de pescado.

  4. Deja reposar y sirve

    Cuando esté lista, apaga el fuego y deja reposar unos minutos antes de servir. Así, los sabores se mezclan y el pescado queda aún más sabroso.

    Sirve caliente, con un poco de perejil picado por encima y, por supuesto, con pan. Mucho pan.

Nota

Preguntas frecuentes.

¿Puedo usar caballa congelada?

Sí, pero asegúrate de descongelarla del todo y secarla bien antes de cocinarla.

¿Puedo usar tomate frito?

Sí, aunque el sabor cambia. Si lo haces, reduce la cantidad de sal y aceite.

¿Cuánto dura en la nevera?

Aguanta tres o cuatro días sin problema, si está bien tapada.

¿Puedo usar otro pescado?

Sí, puedes hacerla con melva, jurel o bonito. Cada uno le da su toque, pero el resultado siempre es buenísimo.

¿Se puede comer fría?

Sí, aunque templada o caliente está más rica. Fría es perfecta para el verano, acompañada de pan o arroz.

Me gusta preparar esta receta cuando tengo tiempo para cocinar sin prisas. La dejo que se haga a fuego lento, con la casa oliendo a rico. Suelo hacer bastante cantidad, porque al día siguiente está incluso más buena.

A veces, la sirvo con arroz blanco, otras con pan casero, y siempre con un chorrito de aceite de oliva por encima.
Tiene ese sabor a cocina de antes, sencilla y de verdad. Cada vez que la hago me acuerdo de las comidas familiares, y de las charlas largas alrededor de la mesa.

La caballa con tomate casera es un plato que resume todo lo que me gusta de la cocina mediterránea.
Sencilla, económica, saludable y llena de sabor. No necesita nada más que buenos ingredientes y un poco de tiempo.

Es de esas recetas que te reconcilian con la cocina, que te recuerdan que lo mejor, muchas veces, está en lo más simple. Si te apetece comer algo rico, de los de mojar pan y repetir, esta receta no falla.

Hazla a tu manera, pruébala con tus toques y disfruta del placer de cocinar sin complicarte.

¿Tú también haces caballa con tomate en casa? Cuéntame cómo la preparas o si tienes algún truco especial, me encantará leerte y probar tus ideas.

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