Crema de calabaza en Thermomix paso a paso, cremosa y con sabor casero. Receta fácil, económica y saludable, con trucos, conservación y variaciones para disfrutarla todo el año.
Para mí, la crema de calabaza es uno de los platos más recomfortantes, sobre todo, de cara al otoño. Tiene ese color dorado que alegra el día, un sabor suave que reconforta y una textura tan cremosa que cada cucharada es puro mimo. La preparo mucho en casa, sespecialmente cuando empieza el frío. Es sencilla, sana, económica y además, en la Thermomix se hace prácticamente sola, sólo hay que preparar los ingredientes, programar y dejar que la magia ocurra.
Ponte cómoda, que esto va a oler de maravilla.
Podría decir que esta crema de calabaza en thermomix es una de esas recetas que nunca fallan, cuando tengo un día largo o me apetece algo suave, siempre pienso en ella. La crema de calabaza reconforta sin ser pesada, calienta el cuerpo y relaja la mente.
Además, se puede adaptar a lo que tengas en casa. Si la haces más espesa, parece un puré suave. Si le pones más caldo, se convierte en una sopa ligera. Y lo mejor es que combina con todo: zanahoria, manzana, queso, jengibre, curry… lo que quieras.
En la Thermomix, hacerla es un placer. No tienes que remover, ni estar pendiente, ni preocuparte de que se queme. Sólo troceas, programas y en unos minutos tienes una crema perfecta, lisa y con ese brillo que sólo ella consigue.
La crema de calabaza en thermomix es muy agradecida, admite tantas versiones que nunca te aburrirás.
Si añades zanahoria, el color se vuelve más intenso y el sabor más dulce. Es perfecta para los peques.
La manzana le da un toque fresco y algo afrutado. Media manzana verde en la cocción cambia el sabor por completo.
Ideal para los días fríos, le da un punto picante y muy aromático. Con un trocito pequeño basta.
Si te gusta más cremosa, añade un par de quesitos o un poco de queso crema antes de triturar. Queda suave y con sabor lácteo.
Si te apetece algo distinto, añade una pizca de curry o cúrcuma. Aporta color, aroma y un toque exótico delicioso.
Esta crema se conserva genial, así que puedes hacer más cantidad y guardarla sin problema.
Déjala enfriar por completo y guárdala en un recipiente hermético. Aguanta unos tres o cuatro días perfecta.
Congélala en porciones. Cuando quieras usarla, pásala a la nevera unas horas antes y luego caliéntala en la Thermomix a 80 grados o en un cazo a fuego suave.
Si lleva nata, es mejor añadirla después de descongelar, porque al congelar puede cambiar la textura.
Otra receta que apetece cuando empieza el frío y que se puede hacer también en la thermomix, es el bizcocho de chocolate ^^ pásate a echarle un vistazo.
La calabaza es una de las hortalizas más antiguas del mundo, se cultivaba ya hace miles de años en América y con el tiempo llegó a Europa, donde se adaptó de maravilla.
Además de estar buenísima, es muy sana. Tiene pocas calorías, mucha fibra y está llena de vitaminas A, C y E.
u color naranja viene del betacaroteno que contiene, que cuida la piel y la vista.
Y lo mejor es que sirve para todo. No la uso sólo en cremas, también en bizcochos, pasteles o, incluso, en mermeladas. Es uno de esos ingredientes que se aprovechan al máximo.
Una buena presentación hace que el plato se disfrute más. A mí me gusta servir la crema de calabaza en thermomix en cuencos grandes, con un chorrito de nata y unas semillas de calabaza por encima.
A veces, le añado unos picatostes crujientes o unas láminas finas de jamón pasadas por la sartén.
Si te gusta la mezcla de dulce y salado, prueba a poner unas gotitas de miel o un poco de queso azul. Es una combinación espectacular.
Además de deliciosa, es ligera y nutritiva, tiene mucha fibra y agua, por lo que sacia sin ser pesada. Sus antioxidantes ayudan a cuidar la piel y refuerzan las defensas, ideal para el otoño y el invierno.
Si buscas cenas ligeras o comidas más equilibradas, esta crema es perfecta. Y si tienes niños, es una forma estupenda de que coman verdura sin protestar.
Aunque por sí sola está riquísima, puedes combinarla con otros platos para hacer una comida completa.
Esta crema de calabaza es suave, cremosa, deliciosa y, lo mejor, la máquina te hace casi todo el trabajo ^^

Empieza pelando la calabaza, es la parte más entretenida, pero si compras calabaza ya cortada te ahorrarás tiempo.
Corta la cebolla, en trozos medianos. Pela la patata y trocéala también.
Tenerlo todo preparado antes de empezar te permitirá cocinar sin prisas, disfrutando del momento.
Pon en el vaso de la Thermomix el aceite de oliva, la cebolla,
programa siete minutos, temperatura 120 grados (Varoma si tu modelo no tiene esa opción) y velocidad uno.
Cuando termine, abre la tapa y respira. Ese olor a sofrito es el alma del plato.
Añade la calabaza y la patata troceadas. Programa tres minutos más, a la misma temperatura y velocidad uno.
Así los sabores se integran y la calabaza empieza a soltar su dulzor natural.
Pon el cestillo sobre la tapa en lugar del cubilete.
Agrega el caldo o el agua. Si usas agua, pon un poco más de sal. Programa treinta minutos, temperatura 120 grados y velocidad uno.
Durante ese tiempo, puedes aprovechar para recoger un poco la cocina o preparar la mesa. La Thermomix se encarga del resto.
Deja que repose unos minutos, para que baje la temperatura de la Thermomix a 80º (unos 10 o 15 minutos), después programa 1 minuto velocidad progresiva 5-7-10.
La textura que queda es una maravilla: cremosa, brillante y sin un solo grumo.
Sí, puedes sustituirla por una zanahoria o un trozo de calabacín. Cambia un poco la textura, pero queda igual de rica.
Claro. Añádela directamente sin descongelar y cocina unos minutos más.
Añade un poco más de caldo o agua, y tritura unos segundos.
Déjala unos minutos más sin cubilete para que evapore.
Sí, claro. Cuece las verduras en una olla y luego tritúralas con la batidora. Quedará igual de buena.
Suelo hacer una buena cantidad y guardarla en la nevera. Al día siguiente está aún mejor, porque los sabores se asientan. Me gusta acompañarla con pan casero, o con semillas tostadas por encima.
A veces, le pongo un poco de queso rallado justo antes de servir. Ese toque fundido con la crema caliente es pura delicia.
Es una receta sencilla, sí, pero tiene algo especial. Cada vez que la hago siento que me cuido y que cuido a los míos.
La crema de calabaza en Thermomix es de esas recetas que te reconcilian con la cocina casera. Es fácil, reconfortante y con un sabor suave que siempre apetece. Se adapta a todos los gustos, se conserva bien y tiene ese color que alegra hasta el día más gris.
No necesitas mucho para disfrutar de un plato así. Sólo ingredientes frescos y un ratito para ti. Cuando la pruebes, entenderás por qué tantas personas la preparan una y otra vez.
¿Tú también haces crema de calabaza en thermomix en casa? Cuéntame en los comentarios cómo la preparas o qué toque especial le das. Me encantará leerte