Croquetas de jamón: el bocado dorado que nunca falla
Crujientes por fuera, cremosas por dentro y con ese sabor a jamón que enamora desde el primer mordisco. Las croquetas de jamón no necesitan presentación. Son el alma de cualquier tapeo, el antojo que siempre apetece y el orgullo de muchas cocinas caseras. Y aunque parecen humildes, dominarlas es todo un arte.
Su origen se remonta a la cocina francesa del siglo XIX, donde la palabra “croquette” ya se usaba para describir pequeños bocados empanados y fritos. Sin embargo, fueron los hogares españoles los que hicieron de la croqueta un emblema. En especial la de jamón serrano, que hoy en día es casi una religión gastronómica en nuestro país.
De receta de aprovechamiento… a joya gourmet
Originalmente, las croquetas nacieron como receta de aprovechamiento: una forma ingeniosa y deliciosa de reutilizar sobras de carne, pollo, pescado o jamón. Pero con el tiempo, esa bechamel suave y sedosa cargada de trocitos sabrosos se convirtió en todo un manjar. Y en el caso del jamón, es difícil superarla.
Hoy en día, es habitual encontrarlas tanto en bares tradicionales como en restaurantes de alta cocina, donde se versionan con trufa, queso azul o incluso marisco. Pero la croqueta casera de jamón serrano sigue siendo la reina. Porque cuando se hace bien, es puro placer en cada bocado.
El secreto está en la bechamel
Una buena croqueta empieza con una buena bechamel. No debe ser ni demasiado líquida ni demasiado espesa. La textura perfecta es cremosa, que se funda en la boca, pero que mantenga su forma al freír. Para eso, hay que cocinar la harina con la mantequilla y el aceite, añadir la leche poco a poco y no dejar de remover hasta lograr una crema suave, sin grumos.
Luego viene el jamón: bien picado, curado y con sabor, pero sin que llegue a dominar todo el conjunto. El truco es sofreírlo ligeramente con la cebolla para que suelte aroma sin endurecerse. Una vez todo está unido, se deja enfriar la masa (mejor de un día para otro), se forman las croquetas, se empanan y se fríen en aceite bien caliente. Y entonces, ocurre la magia: doradas, crujientes, melosas y llenas de sabor.
Un clásico para cualquier ocasión
Las croquetas de jamón no necesitan excusa. Son perfectas para un aperitivo, una cena informal, un cumpleaños o un picoteo entre amigos. Gustan a todos, desde los más pequeños hasta los paladares más exigentes. Además, puedes hacerlas en cantidad y congelarlas, listas para freír en cualquier momento.
¿Y lo mejor? Cada croqueta es una pequeña obra de arte hecha en casa. Un homenaje al sabor de siempre, a las recetas que no pasan de moda, y a ese momento en que el primer bocado te hace cerrar los ojos y sonreír.
Porque si hay algo que une a todos en una mesa, es una fuente de croquetas caseras de jamón recién hechas. Doradas, humeantes y absolutamente irresistibles.

Croquetas de Jamón en Thermomix
Descripción
¿Buscas la mejor receta de croquetas de jamón en Thermomix? Esta versión clásica es ideal para cualquier ocasión, desde un aperitivo informal hasta un entrante de lujo. Cremosas por dentro, crujientes por fuera y con el sabor inconfundible del jamón serrano… ¡una delicia que no puede faltar en tu recetario Thermomix!
Ingredientes
Instructiones
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Picar el jamón
Coloca el jamón en el vaso y programa 5 segundos / velocidad 7.
Reserva en un bol.
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Preparar la base (roux)
Sin lavar el vaso, añade el aceite, la mantequilla y la cebolla.
Sofríe 3 minutos / 100°C / velocidad 5.
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Añadir la harina
Incorpora la harina y cocina 3 minutos / 100°C / velocidad 2. Esto elimina el sabor a crudo.
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Hacer la bechamel
Vierte la leche, la nuez moscada y pimienta. Mezcla 10 segundos / velocidad 6 para evitar grumos.
Cocina 8 minutos / 100°C / velocidad 4.
Añade el jamón picado y cocina 2 minutos más / 100°C / velocidad 2.
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Reposo
Vierte la masa en una fuente ligeramente engrasada.
Cubre con film transparente (en contacto con la masa).
Deja enfriar y luego refrigera mínimo 4 horas o toda la noche.
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Formar y freír las croquetas
Forma las croquetas con las manos o con ayuda de dos cucharas.
Reboza pasando por harina, huevo batido y pan rallado.
Fríe en aceite caliente (170-180°C) hasta dorar. Escurre sobre papel absorbente
Nota
Consejos para croquetas perfectas
Usa leche entera para una textura más cremosa.
Puedes congelarlas antes de freír: ideal para preparar con antelación.
Añade un poco de queso rallado si quieres darles un toque extra de sabor.
¿Por qué hacer croquetas de jamón en Thermomix?
La Thermomix facilita mucho el proceso: evitas grumos, consigues una masa uniforme y puedes picar ingredientes con precisión. Además, ¡te ahorras remover durante 15 minutos! 😅