Descubre la receta tradicional de buñuelos de calabacín, crujientes por fuera y tiernos por dentro. Aprende su historia, trucos para que salgan perfectos y cómo sorprender a todos en casa.
Si hay una receta que logra unir lo mejor de la cocina tradicional con la frescura de los ingredientes de temporada, son los buñuelos de calabacín. Ese bocado dorado, suave y lleno de sabor que te recuerda a las cenas en casa de la abuela, a las fiestas de pueblo, y a las tardes en las que la cocina se llenaba de olores deliciosos.
Hoy no sólo quiero contarte cómo prepararlos paso a paso, sino también de dónde viene esta deliciosa idea, y cómo puedes adaptarla para que siempre te queden irresistibles.
Un poco de historia
El origen de los buñuelos se remonta siglos atrás. La palabra “buñuelo” proviene del latín buniolus, que significa “masa frita”. En España, los buñuelos tienen versiones dulces y saladas, y el calabacín, aunque no formaba parte de la receta original, se incorporó más tarde con la llegada de esta hortaliza desde América en el siglo XVI.
En las zonas rurales, especialmente en Andalucía y la Comunidad Valenciana, el calabacín se convirtió en un ingrediente estrella de los huertos familiares, fácil de cultivar y con gran versatilidad. Así, amas de casa y cocineras ingeniosas lo mezclaron con harina, huevo y especias para crear un plato que podía servirse como aperitivo, cena ligera o acompañamiento.

Receta Fácil de Buñuelos de Calabacín
Descripción
Por qué amarás esta receta
Porque es rápida, económica y saludable. Los calabacines aportan fibra, vitaminas y minerales, mientras que la fritura rápida en aceite de oliva mantiene el sabor y la textura, sin que absorban demasiada grasa. Además, es una receta fácil de personalizar: puedes añadir queso rallado, cebolla caramelizada, o incluso, sustituir el calabacín por otras verduras.
Ingredientes
Instrucciones
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Prepara el calabacin
Corta el calabacín en trozos pequeños o rállalo
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Prepara la masa
Pon a calentar el agua con el aceite.
Cuando hierva, añade la harina con la levadura de golpe
Mezcla y retira del fuego
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Añade los huevos y el calabacín
Añade los huevos de uno en uno, y mézclalos con la masa.
Por último, añade el calabacín
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Fríe los buñuelos
Calentar abundante aceite en una sartén y, con ayuda de una cuchara, verter porciones pequeñas de la masa.
Freír hasta que los buñuelos estén dorados por ambos lados.
Escurrir sobre papel absorbente y servir calientes
Nota
· Escurrir muy bien el calabacín para evitar que la masa quede aguada.
· Usar aceite caliente pero no humeante, para que los buñuelos se hagan por dentro sin quemarse por fuera.
· Si quieres una textura aún más ligera, sustituye la mitad de la harina por harina de garbanzo.
· Añadir un toque de comino o pimentón les da un sabor sorprendente.
Cómo servirlos
Los buñuelos de calabacín combinan a la perfección con:
- Salsa de yogur con limón y hierbabuena.
- Alioli suave.
- Un toque de miel para los más atrevidos.
Son ideales para:
- Aperitivo en reuniones familiares.
- Entrante ligero en cenas con amigos.
- Picnic o comidas al aire libre.
Los buñuelos de calabacín son mucho más que una receta: son parte de una tradición que se ha adaptado con el tiempo, llevando la cocina de nuestras abuelas al presente. Prepararlos es abrir la puerta a recuerdos, aromas y momentos compartidos. Así que te animo a probarlos, experimentar con tus propios toques y, por supuesto, ¡a contármelo en los comentarios
No te vayas sin probar las bolitas de patata o las croquetas, todas riquísimas!!